Cuán gloriosa será la mañana
cuando venga Jesús el Salvador;
cuando todos, unidos como hermanos,
bienvenida daremos al Señor.
Coro:
No habrá necesidad de la luz el resplandor;
ni el sol dará su luz, ni tampoco su calor.
Allí llanto no habrá, ni tristeza, ni dolor;
porque entonces Jesús, el Rey del cielo,
para siempre será el Consolador.
2
Esperamos la mañana gloriosa
para dar la bienvenida al Dios de amor.
Donde todo será color de rosa,
en la santa presencia del Señor.